En 9 años hubo aproximadamente 900 asesinatos por homofobia en México (97 ejecuciones al año y ocho al mes). Se estima que por cada asesinato por homofobia reportado, existen por lo menos tres que nunca se denuncian; establece la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio (nota publicada por diario Jornada, de México). Se estima que alrededor de 13 por ciento de los homosexuales han sufrido discriminación en el trabajo, 9 por ciento en la escuela, 30 por ciento han sido objeto de discriminación por policías, a 21 por ciento no los han contratado en algún trabajo y a 11 por ciento les han negado el ingreso a una escuela, de acuerdo con el estudio “La relación entre opresión y enfermedades entre lesbianas, bisexuales y homosexuales” del Departamento de Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco. Debido a la intolerancia entre 1995 y 2000, 600 mexicanos se vieron obligados a solicitar asilo en Canadá, mientras la Comisión Internacional para los Derechos Humanos de Lesbianas y Gays, con sede en San Francisco, recibió entre 1994 y 1998 alrededor de 116 peticiones de mexicanos gays que solicitaron asilo político, aduciendo persecución por motivos de su preferencia sexual. Sobre esto destaca que fue un hombre gay mexicano "el primero en obtener asilo político en Estados Unidos, luego de que en 1994 ese país decidió incluir la persecución por preferencias sexuales entre los motivos para otorgar ese beneficio". De los 290 asesinatos de personas homosexuales ocurridos entre 1995 y 2003, por motivos de homofobia, 275 fueron de varones y 15 de mujeres, la franja de edad donde ocurrieron con mayor frecuencia fue entre 21 y 30 años. Algunos gobiernos locales penalizan la homosexualidad al recurrir a lenguaje ambiguo, con expresiones tales como "faltas a la moral, atentados al pudor o exhibiciones obscenas" y de eso se aprovechan los cuerpos de seguridad para violar los derechos de esa comunidad. En relación con el aspecto laboral, bajo el amparo del artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo, que incluye el ambiguo término de “actos inmorales cometidos por el empleado dentro del lugar de trabajo", a muchos GLBTT se les ha vulnerado esa garantía, pese a que la preferencia sexual o de género no es legalmente una causal de rescisión de contratos. Dado que los crímenes de odio homofóbico no son una modalidad tipificada en las leyes penales mexicanas, y tampoco se considera un agravante como en otros países la mayor parte de los asesinatos no reciben castigo ejemplar, además de que la homofobia social y cultural en ocasiones inhibe a los familiares a luchar por que se haga justicia.
FEZT IDEJCUCSH@gmail.com
2 comentarios:
me parece bien que emprendas la lucha para reivindicar a los seres vulnerados, que en esta ocación son los homosexuales, se deben hacer esfuerzos para cambiar la puta realidad homofóbica que es la cotidianidad.
luisgarcilazo.
sale gracias
fezt
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