miércoles, 5 de noviembre de 2008

rumbo al primer dialogo de diversidad sexual


I SER O NACER.

El siglo XXI llega sin contestar aun la pregunta de qué es lo que provoca que ciertos individuos tengan la afinidad o inclinación erótico-emocional hacia personas de su mismo sexo. Al contrario de encontrar una respuesta al porqué de la homosexualidad más bien se han derrumbado viejas teorías surgidas tanto de la ciencia más imaginativa como de las teologías más recalcitrantes. Hoy en día sabemos que el hombre homosexual no tiene mas hormonas femeninas que el heterosexual y que las características físicas de los individuos homo y hetero son similares y no distinguibles. Está demostrado que el abuso sexual, la violencia física en la infancia o la falta de un padre fuerte y cercano al hijo no son explicaciones completamente acertadas de las razones de la homosexualidad. En 1973 la asociación psiquiátrica estadounidense decidió eliminar la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales mientras que la psicología ha cambiado de manera sostenida su enfoque de “curar” la homosexualidad a promover la aceptación de las orientaciones sexuales no heterosexuales entre sus pacientes asumiendo la frase que dice “la homosexualidad no es un problema, la homofobia sí”. El 17 de mayo de 1990 la organización mundial de la salud (OMS) excluyó la homosexualidad del código internacional de enfermedades detallando que la homosexualidad como tal no es una enfermedad y por lo tanto no es curable. A más de 20 años de investigación la búsqueda del gen homosexual ha fracasado. por otra parte, aunque las cúpulas de las iglesias mas practicadas en el mundo (judaísmo, cristianismo, Islam) mantienen la postura de considerar la practica homosexual (solo la practica) como un acto contra natura ofensivo al individuo y al orden divino, son muchos de los creyentes quienes se han suavizado sobre todo en los países donde la democracia y el estado laico se ha profundizado en el vivir colectivo de la sociedad para avalar y respetar algunos derechos sexuales, como el abolir la persecución y el hostigamiento por orientación sexual, así como no entorpecer la aprobación de las leyes de unión civil que otorgan seguridad social a parejas del mismo sexo. Nacemos o nos hacemos era la pregunta sobre la que había girado la posible o no normalización de la homosexualidad y de las prácticas homosexuales. Aunque aún no sabemos la respuesta, lo que sí sabemos es que el individuo homosexual no está enfermo, ni se cura, ni contagia y que su vida diaria puede ser tan normal y saludable que de pronto nadie podría sospechar de sus inclinaciones sexuales. Lo que sí sabemos es que nadie tiene porqué entorpecer o negar al individuo su derecho a manifestarse públicamente, a casarse con alguna persona aun cuando sea de su mismo sexo y a poder ser padre o tener el pleno derecho de adopción porque justamente no está enfermo y es una persona saludable como lo son los de piel negra, los judíos, la mujeres, los indígenas, en fin. El colectivo LGBT tiene que ser liberado de hostigamientos, amenazas, presiones y actos humillantes, sin peros. La homofobia no se justifica, se combate y se destruye.



IDEJCUCSH.blogspot.com

1 comentario:

Selma Karamy dijo...

Selma Karamy
2009-05 (Época de aprendizaje por competencias)

Comentario en base al libro
VENIR AL MUNDO, VENIR
AL LENGUAJE. Lecciones de
Frankfurt de Peter Sloterdijk.


ONTOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN


Quien tiene buenas razones para empezar consigo mismo
desde el comienzo más radical, no se puede tampoco
dejar desmoralizar por la dificultad que supone abrir
las primeras páginas del libro de nuestra propia vida.
(Sloterdijk, 2006, 49)


A lo largo de los años, nosotros los hombres, seres finitos, hemos buscado educar a otros y recibir enseñanza, ya que no sabemos lo que hubo antes de nosotros y después nos convertimos en lo que precede a otros.
Esta educación se ha centrado en dar herramientas que se consideran necesarias en la sociedad que nos desenvolvemos y a través de ella recibimos también principios, códigos, normas, etc.
Somos enseñados no sólo en la escuela, sino en la casa, en el trabajo, con los amigos y en cada lugar que interactuamos, aunque en este breve comentario me referiré principalmente a la educación institucionalizada.
Esta enseñanza es acorde al lenguaje, tradición y cultura en la que nos desenvolvemos, pero pocas veces se tiene en consideración las necesidades ontológicas de cada individuo. No se da una enseñanza que busca liberar a la persona, a pesar de que se le provean de instrumentos útiles para la época; al contrario, busca atarla a la sociedad y objetivizar al sujeto de acuerdo a los principios del momento y lugar.
Quien busca la libertad, una libertad ontológica, deberá someterse a una terapia de des-aprendizaje para poder ver con claridad los códigos de la sociedad y separarlos de sí mismo; así podrá discernir entre sus deseos reales y los que le son impuestos. En este memento de verdadera angustia, donde tiene que escoger entre la verdad que por el mismo ha descubierto o la que le han mostrado, puede conocer en libertad.
Sin embargo, a pesar de lo mucho que logremos separarnos del mundo y
regresar a nosotros mismos, no podemos olvidar del todo que no somos los únicos en esta condición, ya que como diría Sloterdijk o como diría el silogismo sobre Sócrates: Todos los seres humanos nacen y mueren, yo soy un ser humano por lo tanto… *
Podemos comenzar nuestra historia al tomar consciencia de ella pero nunca será un comienzo de cero puesto que la historia ya había sido comenzada; nosotros mismos ya habíamos sido comenzados aunque no reflexionáramos en ello, así que nos toca recomenzarnos para buscar la plenitud de nuestro ser.
Yo apostaría por una ontología de la educación, en la que se buscara no el individualismo, no la masificación, sino el ser; considerándolo racional, ontológico y material.
Entonces podría tener mayor utilidad pero también significado para el sujeto, y por ende para la sociedad. Aún así, tendríamos que regresar al parto o zoé para encontrar esos fundamentos profundos y necesarios para el ente, pues nadie enseña a des-aprender, eso le corresponde a cada quien.

La pregunta por el comienzo y por cómo se pone en marcha un comenzar desde un comienzo absoluto es propia de una mentalidad que se siente obligada a asentar sus fundamentos en la más radical profundidad, porque lo que ya ha encontrado y asumido no inspira la seguridad de tener buenas razones bajo los pies y potentes tradiciones a la espalda.
(Sloterdijk, 2006, 48)



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* Adaptación personal. El silogismo de Sócrates dice: “Todos los hombres son mortales. Sócrates es un hombre. Por lo tanto, Sócrates es mortal” y la versión de Sloterdijk es: “Todos los hombres han nacido. Sócrates es un partero que ha nacido. Por lo tanto, Sócrates es…” (Sloterdijk, 2006, 128)


Bibliografía
SLOTERDIJK, Peter. VENIR AL MUNDO, VENIR AL LENGUAJE. Lecciones de Frankfurt. Tr. Germán Cano. Ed. Pre-Textos (S. G. E.). España. Enero de 2006. Pp. 161