“Si las leyes se respetaran como tendría que ser, desde agosto del año pasado tuviéramos el registro del sindicato y se estuvieran respetando nuestros derechos”, señalaron representantes del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM) que con apoyo de al menos 15 organizaciones estatales e internacionales, realizaron una intervención informativa a las afueras de la transnacional para dar a conocer la represión de que han sido objeto.
A decir de Raúl Pallares Cardoza –obrero despedido en abril del año pasado tras pedir un aumento de sueldo y la conformación de un sindicato independendiente–, a partir de que se reforzó el movimiento los trabajadores han tenido que soportar la vigilancia extrema, presión y cancelación de derechos además de castigos injustificados e interrogatorios intimidatorios.
“Actualmente están llamando a cubículos a los compañeros y los encierran para hacerles preguntas de que si están enterados del movimiento, los presionan con preguntas y los dejan encerrados por un rato. Si no los encierran los sacan a unos cuartos, pero ésa es la manera en que siempre han actuado ellos, intimidarte, diciendo que vas a perder el trabajo, que la empresa va a cerrar, que mejor le paremos, así se manejan ellos”.
En entrevista con La Jornada Jalisco, los representantes del movimiento señalaron que a pesar de que desde el pasado 23 de febrero se tuvo que emitir un dictamen en torno al registro del STUHM, el juez encargado del caso no ha dado una resolución sin argumento alguno, pues incluso se les han “colocado múltiples trabas, algunas absurdas como el no acreditar la existencia de la empresa”.
Sin embargo, consideraron que esta situación no ha mermado la lucha sino que la ha reforzado y consideran que ya han obtenido algunos logros como el darse a conocer internacionalmente, lo que muestra solidaridad y unión entre la clase obrera.
“Todo esto va por buen camino, a pesar de todas las mañas que nos ha puesto el gobierno sabemos que el sindicato existe porque los trabajadores quieren. Los compañeros están reconociendo nuestro movimiento porque no es un charro el que está dirigiendo esto, para nosotros es un logro importante que los compañeros se estén uniendo a la lucha al darse cuenta de que es verdadera”, señaló José Luis Solorio Alcalá, quien también fue despedido en diciembre del año pasado tras hacer públicas las inconformidades.
Explicaron que por primera ocasión desde que iniciaron su lucha, durante la entrega de más de mil volantes a las afueras de la transnacional, no sufrieron hostigamiento por parte de las autoridades de la empresa automotriz ubicada en El Salto, lo que favoreció el movimiento, puesto que “hubo más trabajadores interesados que se acercaron al no ver a los que dirigen ahí”.
Finalmente, por su parte, Norberto López Rauda, despedido de manera injustificada en julio de 2010, indicó que además de que no se le ha entregado una liquidación conforme a la ley, se le boletinó a nivel estatal por lo que hasta el momento sigue sin empleo.
“Me boletinaron; en el transcurso de las entrevistas todo bien y me contratan y después de 15 días de haber firmado y trabajado me dan de baja diciéndome que pidieron referencias en la empresa y les dijeron que soy problemático, y así estoy sin poder trabajar”.
ANALY S. NUÑO
A decir de Raúl Pallares Cardoza –obrero despedido en abril del año pasado tras pedir un aumento de sueldo y la conformación de un sindicato independendiente–, a partir de que se reforzó el movimiento los trabajadores han tenido que soportar la vigilancia extrema, presión y cancelación de derechos además de castigos injustificados e interrogatorios intimidatorios.
“Actualmente están llamando a cubículos a los compañeros y los encierran para hacerles preguntas de que si están enterados del movimiento, los presionan con preguntas y los dejan encerrados por un rato. Si no los encierran los sacan a unos cuartos, pero ésa es la manera en que siempre han actuado ellos, intimidarte, diciendo que vas a perder el trabajo, que la empresa va a cerrar, que mejor le paremos, así se manejan ellos”.
En entrevista con La Jornada Jalisco, los representantes del movimiento señalaron que a pesar de que desde el pasado 23 de febrero se tuvo que emitir un dictamen en torno al registro del STUHM, el juez encargado del caso no ha dado una resolución sin argumento alguno, pues incluso se les han “colocado múltiples trabas, algunas absurdas como el no acreditar la existencia de la empresa”.
Sin embargo, consideraron que esta situación no ha mermado la lucha sino que la ha reforzado y consideran que ya han obtenido algunos logros como el darse a conocer internacionalmente, lo que muestra solidaridad y unión entre la clase obrera.
“Todo esto va por buen camino, a pesar de todas las mañas que nos ha puesto el gobierno sabemos que el sindicato existe porque los trabajadores quieren. Los compañeros están reconociendo nuestro movimiento porque no es un charro el que está dirigiendo esto, para nosotros es un logro importante que los compañeros se estén uniendo a la lucha al darse cuenta de que es verdadera”, señaló José Luis Solorio Alcalá, quien también fue despedido en diciembre del año pasado tras hacer públicas las inconformidades.
Explicaron que por primera ocasión desde que iniciaron su lucha, durante la entrega de más de mil volantes a las afueras de la transnacional, no sufrieron hostigamiento por parte de las autoridades de la empresa automotriz ubicada en El Salto, lo que favoreció el movimiento, puesto que “hubo más trabajadores interesados que se acercaron al no ver a los que dirigen ahí”.
Finalmente, por su parte, Norberto López Rauda, despedido de manera injustificada en julio de 2010, indicó que además de que no se le ha entregado una liquidación conforme a la ley, se le boletinó a nivel estatal por lo que hasta el momento sigue sin empleo.
“Me boletinaron; en el transcurso de las entrevistas todo bien y me contratan y después de 15 días de haber firmado y trabajado me dan de baja diciéndome que pidieron referencias en la empresa y les dijeron que soy problemático, y así estoy sin poder trabajar”.
ANALY S. NUÑO
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