El “28 de mayo no se olvida”. Fueron las seis palabras que ayer corearon al unísono poco más de 120 personas que recordaron los hechos de represión policial sucedidos en Guadalajara en la misma fecha pero de 2004.
“¡Veintioooocho de mayo! ¡Nooo se olvida!”, era el grito de decenas de manifestantes que partieron de la Plaza Juárez y que culminaron con un evento cultural, roquero e informativo en la Plaza de Armas del centro de la ciudad.
La Coordinadora 28 de Mayo, el Movimiento Libertario 28 de Mayo, el Partido Comunista de México, Trabajadores Democráticos e Independientes, el Movimiento de Bases Magisteriales, son algunos organismos que decidieron ayer por la tarde, no olvidar el 28 de mayo de 2004.
Hace siete años a Armando le tocaron algunos macanazos, rocío de gases y parte de la histeria vivida en el primer cuadro de la ciudad. Eran días en que los jefes de Estado de América Latina, El Caribe y la Unión Europea mantenían reuniones diplomáticas. Centenares de personas de todas las latitudes se manifestaron en contra de las políticas de la globalización. Y decenas terminaron torturados y encarcelados, documentó la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
“No se ha castigado a nadie por esos hechos. Los culpables, sabemos que son (el ex gobernador panista) Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez (entonces alcalde de Guadalajara)”, declaró Armando, hoy miembro del Movimiento Libertario 28 de Mayo.
Y recordó que, de los detenidos de entonces, ocho fueron señalados culpables, dos más exonerados y casi 40 continúan bajo una libertad que les obliga a firmar cada lunes –los que son de acá– y cada mes –para los que viven en otra entidad.
Curiosamente, un día después del 28 de mayo de 2004, fue destapado por Ramírez Acuña el panista Felipe Calderón para candidato de AN a la presidencia de la república. “Quisieron demostrar que con la fuerza podían regir a este país y hoy lo vemos cómo está con Calderón”, añadió Armando.
Pero la de ayer, más que una marcha conmemorativa fue un acto con una variante: el rechazo a la Ley de Seguridad Nacional que, según Armando, toda persona podrá ser sospechosa de un delito hasta que no se le compruebe lo contrario.
“Podrán intervenir tus comunicaciones, el Internet, podrán retenerte por una simple orden de un juez. Es un retroceso, una regresión al Chile de los 70 con Pinochet”, dijo el activista.
No más militares en las calles. No más Televisa y TV Azteca. No más sangre. No más 40 mil muertos por la guerra contra el narco. Los “no más” abundaron en pancartas.
“No queremos terror, queremos paz y amor”, pidió un hombre melenudo con largas barbas.
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